Jugos Verdes

Foto de Alex Lvrs en Unsplash

Los jugos verdes han sido muy populares en los últimos años, ya que se habla de los grandes beneficios para la salud, como fomentar la pérdida de peso, eliminar toxinas del cuerpo, sin embargo, no existe evidencia científica sólida que respalde estas afirmaciones.

Se cree que exprimir una mezcla de vegetales de hojas verdes junto con varias frutas es la base de una dieta saludable, ya que estas contienen una amplia gama de aminoácidos esenciales , ácidos orgánicos , vitaminas y minerales.

Los jugos verdes preparados con espinacas, un componente común de las dietas basadas en jugos, contienen altos niveles de oxalato; que varían según la proporción de este; los jugos no se calientan ni se cocinan durante el proceso, sólo se licuan para preservar los nutrientes, pero no permite la posibilidad de reducir sustancias potencialmente tóxicas antinutrientes, como los oxalatos.

El oxalato no es un nutriente esencial y si se consume en grandes cantidades, puede ser perjudicial para la salud humana. Ya que el consumo frecuente de este puede aumentar el riesgo de desarrollo de cálculos renales en personas susceptibles.

Se pueden lograr reducciones en la concentración de oxalato evitando diez alimentos que se cree que contienen los niveles más altos de oxalato. Estos son: espinacas, remolacha (tanto hojas como raíces), nueces, chocolate, salvado concentrado, legumbres (frijoles, incluida la soja), té común, perejil y bayas y también bebiendo una mayor ingesta diaria de líquidos para reducir la concentración de oxalato en la orina.

En general, hacer jugos, sin considerar si en la mezcla se incluyen frutas y verduras con alto contenido de oxalato, es arriesgado, particularmente si los jugos se consumen durante un período de tiempo prolongado.

Por lo tanto el consumo de jugos verdes, si bien es una buena opción para incluir verduras en la dieta diaria, la ingesta de estos deben ser moderados, para prevenir el riesgo de padecer enfermedades renales.

Anterior
Anterior

Salud Digestiva

Siguiente
Siguiente

Mitos sobre los carbohidratos en Diabetes Mellitus