Mitos sobre los carbohidratos en Diabetes Mellitus

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La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es una de las diez enfermedades crónicas no transmisibles que constituyen las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo. 

La diabetes es la segunda causa de muerte en nuestro país, ocasionando 105 muertes al día y 38,445 muertes al año

Si bien cerca del 46% de los adultos con DM2 no realiza ninguna medida preventiva para retrasar o evitar complicaciones, la diabetes mellitus es una enfermedad crónica que afecta a personas de todas las edades, esta enfermedad puede tener un profundo impacto en la nutrición y el bienestar, la misma que se caracteriza por una alta concentración de glucosa en la sangre, debido a la incapacidad del cuerpo para producir o utilizar la insulina, situación que puede tener un gran impacto en la salud y el bienestar de los adultos. 

Las complicaciones reportadas por Diabetes Mellitus 2 son múltiples. El impacto benéfico de un tratamiento adecuado, como la dieta saludable, la actividad física regular., el mantenimiento de un peso corporal adecuado y evitar el consumo de tabaco, retrasa su aparición. 

Es por lo que la implementación de hábitos saludables y estrategias nutricionales son muy importante para el tratamiento integral de la Diabetes Mellitus.  

Al tener un diagnóstico de diabetes, es común que muchas personas pensemos en nuestra alimentación y específicamente en aquellos alimentos que ya no podremos consumir porque hemos escuchado en distintos medios que “hacen daño” o “están prohibidos”.  

Sin embargo, no se trata de limitar todos los alimentos que contengan carbohidratos, sólo es cuestión de diferenciar que tipo de carbohidratos son más aptos para evitar niveles altos de glucosa en sangre.  

Existen 2 tipos de carbohidratos, carbohidratos simples y carbohidratos complejos. 

Carbohidratos simples: son absorbidos y convertidos en energía rápidamente por el cuerpo, elevan la glucosa en un lapso de 15 a 30 minutos. En este grupo encontramos productos industrializados como chatarra, papas fritas, dulces, gelatina, miel, refresco, jugos, galletas y repostería. 

También la fruta contiene este tipo de carbohidratos, sin embargo, en las frutas es un tanto diferente ya que estas, si nos aportan nutrientes, vitaminas y minerales a diferencia de los alimentos chatarra que sólo aportan calorías vacías sin ningún beneficio para el cuerpo. 

Las personas que viven con diabetes si pueden consumir frutas diariamente, sólo deben cuidar las cantidades y combinaciones con otros alimentos, para evitar elevar rápidamente la glucosa. Por ejemplo, no es lo mismo consumir el mango solo, que comerlo con yogur y nueces, o como postre después de una comida rica en proteína. El yogur contiene proteína y las nueces contienen grasas buenas, lo que hace que su combinación con el mango retarde su absorción y no eleve rápidamente la glucosa en sangre. 

Recordemos que no existen alimentos que sean malos o que no se deban consumir y en el caso de un alimento natural, como lo son las frutas, que no solo nos aportan azúcares, sino micronutrientes, fibra y además son deliciosas, no debemos dejarlas a un lado. 

Por otro lado, están los carbohidratos complejos: Su absorción y producción de energía en el cuerpo es lenta, elevan nuestra glucosa en un lapso de 1 a 2 horas, manteniendo nuestra glucosa estable. Los ejemplos de estos son verduras, avena, arroz, quinua, papas, pan, maíz, lentejas, habas, frijoles, nueces. 

Teniendo en cuenta la diferencia de los tipos de carbohidratos que existen, podemos saber que estos se pueden incluir en la alimentación diaria del paciente que vive con diabetes, siempre y cuando estos se combinen con diferentes grupos de alimentos. 

Una comida rica en proteínas y grasas puede cambiar la rapidez con que el cuerpo absorbe los carbohidratos, lo que hace que no eleven tan drásticamente los niveles de glucosa (azúcar) en sangre. 

Una excelente manera de comprender la forma en que los alimentos afectan tu nivel de glucosa (azúcar) en sangre es llevar un seguimiento de tus cifras y hablarlo con tu equipo de cuidado de la diabetes, así como la monitorización continua de la glucosa (MCG) o la automonitorización de la glucemia también pueden ayudar, especialmente para la dosificación de insulina. 

¿Entonces qué debo comer? 

Elige alimentos integrales sin procesar y en su estado natural, como verduras, frutas, cereales integrales y proteínas magras. Los alimentos procesados, como las galletas empaquetadas, las galletas saladas y otros refrigeradores, generalmente contienen sal, azúcar, carbohidratos, grasas o conservantes agregados por lo tanto no son recomendables. 

No te abrumes, disfruta de la comida, comienza por pequeños cambios en tus hábitos y cúmplelos. 

¡Incluso los pequeños cambios pueden dar grandes resultados!

 

 

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